El pisto es un clásico en todas las cocinas tradicionales. Los ingredientes varían de una casa a otra, aunque hay algunos que están siempre presentes, como los tomates o el calabacín. Esta receta va un paso más allá, y mezcla las verduras tradicionales de un pisto con carne, para conseguir un plato muy interesante. Esta receta la ha elaborado Fran, de Qué Rico.
Si te apetece darle un toque carnívoro a un pisto, los ingredientes que necesitas son:
- 300 g de carne de paleta de cerdo
- 6 tomates maduros
- 2 pimientos verdes
- 2 berenjenas
- 1 calabacín
- 1 cebolla
- 1 diente de ajo
- 200 ml de vino blanco
- 300 ml de salsa de tomate
- Pimienta molida
- Sal
- Aceite de oliva
PREPARACIÓN:
Ponemos a calentar un poco de aceite en una cacerola Iron de Quid. Esta batería de cocina nos gusta especialmente por su antiadherencia y resistencia. Podrás cocinar con ella todo tipo de platos.
Salpimentamos la carne, cortada en trozos pequeños, y la marcamos un poco durante unos minutos con el diente de ajo también picado. Cuando esté un poco hecha por todos lados, retiramos y reservamos.
Pelamos y picamos la cebolla. Añadimos a la cacerola con una pizca de sal y dejamos que se haga bien, removiendo de vez en cuando y cuidando que no se queme. Si vemos que se empieza a ennegrecer, apartamos un poco y bajamos el fuego.
Lavamos las verduras y las cortamos en dados medianos. Cuando la cebolla esté dorada, echamos el pimiento verde y lo rehogamos bien. Pasado un par de minutos añadimos el calabacín y las berenjenas.
Regamos con el vino blanco y subimos un poco el fuego para que el alcohol se evapore. Cuando no huela a vino ponemos los tomates, removiendo todo muy bien para que se mezclen los ingredientes. Vertemos la salsa de tomate y probamos de sazón, rectificando a nuestro gusto.
Dejamos que se cocine todo a fuego medio, con la cazuela tapada, durante 45 minutos. Cuando haya pasado media hora, incorporamos la carne reservada y destapamos. Si notamos que está aún muy líquido el pisto, subimos un poco el fuego, pero cuidando de que no se agarre el fondo.
Pasado el tiempo podemos llevar directamente a la mesa. Aunque es mejor si lo dejamos reposar de un día para otro. Está delicioso con huevos, arroz cocido o sencillamente tal cual.
¿A qué esperas? ¡Busca en la nevera, que seguro que lo tienes todo (o casi) para preparar esta receta!