Enamora con tu comida en San Valentín
Cuenta la leyenda que San Valentín, un sacerdote que ejercía en Roma durante el siglo III d.C. retó al gobernador de aquel entonces, Claudio II y comenzó a casar a escondidas a jóvenes enamorados. Algo que había prohibido el emperador tras valorar que los jóvenes solteros sin familia eran mejores soldados. Hizo proselitismo del cristianismo e incluso obró el milagro cuando, en nombre del Señor, le devolvió la vista a su hija ciega. Pero San Valentín no logró liberarse de la cárcel. Fue martirizado y ejecutado el 14 de febrero del año 270.
San Valentín, popularizado desde entonces como el patrón de los enamorados ha fijado en rojo en el calendario la fecha del 14 de febrero. Un día para que las parejas celebren y se sorprendan a través de gestos y muestras de amor y amistad. La excusa perfecta para que este domingo sorprendas a tus seres queridos con una comida diferente. El día señalado para enamorarles mediante el paladar.
Alimentos afrodisíacos
La palabra afrodisíaca proviene de Afrodita, diosa griega del amor. Esto se ha relacionado tradicionalmente con experiencias olfativas y táctiles relacionadas con la comida. Alimentos cuya relación con este poder afrodisíaco no se basa solo en la forma y el color, sino en la existencia de propiedades que estimulan partes del cerebro vinculadas al placer. Un conjunto de alimentos con los que preparar menús llenos de sabor y sentimiento.
Si bien no hay categorías fijas sobre tipos de productos afrodisíacos sí se puede generalizar, más o menos, con la fruta. Y dentro de ésta destaca una por encima de las demás: la fresa. No solo es el producto estimulante por antonomasia sino que, además, nos encontramos en plena temporada de este delicioso alimento rojo. Con un alto contenido de vitamina C, esta fruta puede ingerirse sin acompañante o combinada con otros productos para dulcificar la experiencia todavía más si cabe.
Respecto al postre hay pocas dudas sobre cómo emplearla. Tarta o bizcocho de fresas, fresas con chocolate o fresas al cava son algunos de los postres más comunes. Sin embargo, aprovechando el día de San Valentín podríamos ir un poco más allá y presentar a nuestros seres queridos una brocheta de fresas con más frutos del bosque, ideal para redondear la experiencia afrodisíaca. Tampoco debe ser desechable la idea de utilizar la fresa antes del postre para revitalizar el sabor de nuestra ensalada o incluso algunos pescados blancos como el bacalao.
Algunos de los acompañantes de las fresas son también por sí mismos grandes estimulantes. El chocolate, por ejemplo, contiene fenilalanina y teobromina, sustancias que además, ayudan a combatir la fatiga y la circulación sanguínea. Por otro lado, las abejas también hacen un buen trabajo mediante la elaboración de la miel, un mineral boro que no solo promueve la metabolización de hormonas femeninas sino que mantiene y desarrolla nuestros huesos y mejora la respuesta de nuestro sistema inmunitario.
Otros ejemplos generalmente conocidos como afrodisíacos son las granadas y el aguacate, ambos perfectos para darle un toque diferente a la ensalada; la cafeína, los higos y la canela también hacen las veces de estimulante.
Dejando a un lado los postres, aquellos alimentos más aparejados a Afrodita se incluyen en la categoría de los mariscos. Comenzando por las ostras que, aunque no existan muchos adeptos, son muy nutritivas y ricas en proteínas. Un poco más cercano a nuestro bolsillo podemos encontrar los langostinos o las gambas. Un buen pescado blanco con una salsa innovadora y acompañada de langostinos y almendras –un símbolo de fertilidad a lo largo de la historia- es un triunfo asegurado.
Un entrante de espárragos hervidos o al vapor con mostaza dulce, así como una ensalada fresca con ingredientes como los anteriormente citados o sustituyendo la lechuga por rúcula también ayudará a crear una comida diferente. Eso sí, no debemos olvidarnos del líquido por excelencia para una ocasión como esta: el vino.
Para terminar, más allá de las propiedades de los alimentos y su sabor conviene no descuidar la presentación. Tener en cuenta que todo entra primero por los ojos. Para el postre, por ejemplo, podrías sorprender con una romántica tarta con formad e corazón o reservar como sorpresa una caja de bombones. Una buena presentación de nuestros deliciosos platos enamorará y contribuirá todavía más mejorar las sensaciones sobre tu menú escogido para el día de San Valentín.