Consejos para hacer tus comidas más saludables
Especia tus comidas: sustituye la sal por las especias
La mayoría ingerimos cantidad excesivas de sal para nuestro organismo, lo cual perjudica nuestra salud. Contribuye a la retención de líquidos por parte del organismo y produce hipertensión.
Llena de sabor tus platos, reemplazando el exceso de sal por especias y hierbas aromáticas.
- Ensaladas: podemos aromatizarlas con el uso de albahaca, cilantro o el orégano. El toque cítrico como es el zumo
de limón o lima o la naranja le dará un toque tropical muy interesante. - Sopas: el azafrán, laurel semillas de apio, y el pimentón, serían las apuestas más acertadas.
- Carnes: utiliza el romero, tomillo, estragón, cardamomo, anís o pimienta en tus recetas cárnicas.
- Pescados: eneldo, ajo, guindilla incrementarán el sabor de tus platos sin necesidad de añadirle sal. El limón también sería una opción muy recomendable.
- Pastas y arroces: estos alimentos permiten una gran multitud de opciones de especias y hierbas que combinan perfectamente como el azafrán, el curry, el orégano, perejil, pimentón, guindilla, ajo o cebollino. ¡Da rienda suelta a tu imaginación!
- Para los postres: la canela, nuez moscada o el jengibre sería las combinaciones perfectas.
Controla el aceite
En España es sabido que uno de los ingredientes básicos es el “oro líquido” o aceite de oliva típico de la dieta mediterránea. ¿Pero lo utilizamos correctamente?
Es mucho más saludable el aceite de oliva en crudo, que cocinado. Mejor que tus platos sean a la plancha y para ello, apenas necesitarás aceite. Utiliza un pulverizador para controlar el aceite que utilizas.
Apuesta por los productos descremados
Si eres un amante de los lácteos como la leche, el queso o el yogur, no es necesario que reduzcas su consumo ya que nos aportan calcio y otros nutrientes muy beneficiosos para la salud, pero eso sí, mejor consúmelos desnatados, ya que aportan menos grasa y son aliados para evitar enfermedades cardiovasculares.
Escoge productos frescos y de temporada
Intenta consumir los productos en su temporada, ya que aunque podemos encontrarlos en la actualidad, durante todos los meses del año, si los consumes en su temporada, conservarán y mantendrán sus propiedades nutricionales.
Además, de esta manera conseguiremos una dieta variada ya que iremos cambiando de alimentos según la estación del año.
Miel en vez de azúcar
La miel es una alternativa mucho más saludable al azúcar, ya que es una gran fuente de energía por sus múltiples nutrientes y además posee un menor índice glucémico que el azúcar blanco.
¡Sustituye el azúcar por la miel en tus recetas y haz tus postres mucho más saludables!
¡Pásate a lo integral!
Cada vez hay más opciones de comprar los productos “normales” o integrales como el pan, la harina, arroz o la pasta, así que no tenemos excusa. Los alimentos integrales tienen grandes beneficios como el gran aporte nutritivo. También gracias a su contenido en fibra, ayuda a facilitar los procesos digestivos y sacian más.
No vayas con hambre al supermercado
Hay ocasiones que vamos al supermercado en ayunas, ya que es muy posible que compremos una mayor cantidad de alimentos con alto contenido calórico y más productos de los que realmente necesitamos. Por lo que es imprescindible llevar una lista de la compra y ceñirse a ella.
¡Olvida los fritos!
Hay veces que no tenemos que preguntarnos qué es lo que comemos, sino cómo lo comemos.
Cambia las frituras por alimentos cocinados a la plancha, al vapor o al horno, conseguirás llevar una dieta más saludable. La comida nos entra por los ojos, por lo que los colores y la forma de preparar un plato influye en gran medida. Si por ejemplo vas a preparar un pescado al horno, no te olvides de crear un producto de los apetitoso mezclando formas, colores y sabores añadiendo algunas verduritas como acompañamiento, incorporando alguna especia que le dé un toque diferente,…
Di «no» a las salsas de bote
Sustituye las salsas de bote por las caseras, ya que estas primeras poseen una gran cantidad en sal, azúcar y grasas saturadas que no son beneficiosas para nuestra salud. Tan sencillo como hacer una mayonesa casera, mostaza, salsa griega de yogurt y pepino, salsa verde para tus pescados, salsa a la pimienta, pesto o cualquier otra que se te ocurra.
No llegues hambriento a cada comida
Un fallo muy común que solemos cometer es pasar hambre. En ningún momento hay que pasar hambre, tómate a media mañana y en la merienda unas piezas de fruta, un yogurt desnatado o sándwich integral vegetal y llegarás a la cena o comida con menos hambre.
Es muy importante hacer 5 comidas al día para equilibrarlas mejor y tener una dieta más estructurada y saludable.
De esta forma saciarás el hambre cada pocas horas y evitarás el famoso “picoteo”.