¿Cómo aprovechar el sabor más intenso de las alcachofas?
El valor nutricional de esta verdura es altísimo: diurética, muy rica en minerales, vitaminas, fibra y… ¡baja en calorías!
Para los que os guste cuidar la línea y las buenas comidas. Os vamos a dar algunos consejos útiles:
- A la hora de elegirlas hay que procurar que estén firmes y con las hojas bien apretadas, ya que si están abiertas querrá decir que están pasadas.
- Para conservarlas en casa, si no las vas a utilizar en seguida, puedes introducirlas en un baño de agua fría con limón, vinagre o perejil, que son antioxidantes naturales.
- Si quieres conservar perfectamente su forma, átalas con un poquito de cuerda fina alrededor de las hojas.
- Recuerda que una vez cocidas no se pueden conservar más de cuarenta y ocho horas. Pasado este tiempo pueden ser tóxicas.
- Se pueden congelar una vez cocidas para evitar que pierdan su bonito color verde. En ese caso, añade al agua de la cocción un poco de zumo de limón.
- Si utilizas alcachofas de lata, lo mejor es aclararlas con agua hirviendo antes de prepararlas, así no tendrán ese regusto tan característico. Si en una preparación sólo vas a utilizar los fondos, no tires las hojas; puedes ponerlas en forma de flor en un plato y servirlas con una vinagreta con una cucharadita de mostaza mezclada en ella. Estarán muy sabrosas.
- Si en una preparación sólo vas a utilizar los fondos, no tires las hojas; puedes ponerlas en forma de flor en un plato y servirlas con una vinagreta con una cucharadita de mostaza mezclada en ella. Estarán muy sabrosas.
- A la hora de pelarlas: desecha las hojas exteriores hasta la tercera capa. El cuchillo deberá ir en paralelo al corazón de la alcachofa. Pela el tallo, corta la parte inferior para sacar la parte más verde y separa el tallo que ya has marcado. Por último, vacía la alcachofa de su parte fibrosa.