El segundo plato suele ser el que más tiempo nos lleva preparar. Pero para hoy, Fran, de Qué Rico, nos propone un clásico plato relativamente sencillo y apropiado si no cuentas con mucho tiempo para cocinar. Se trata de carne al ajillo pero con un ingrediente sorpresa para añadirle un toque de sabor espectacular.
INGREDIENTES
- 600 g de carne de cerdo cortada en dados
- 2 patatas medianas
- 6 lonchas de queso fundido (tipo tranchete)
- 100 ml de vino blanco
- 2 dientes de ajo
- Hierbas provenzales
- Pimienta molida
- Sal
- Aceite de oliva
PREPARACIÓN
Comenzamos por salpimentar la carne. Pelamos las patatas y ponemos a calentar el horno a 160º C aproximadamente. Ponemos un poco de aceite de oliva en una sartén honda y doramos el ajo una vez esté pelado y picado. Incorporamos la carne, salteándola bien para que se cocine un poco por todos los lados, y la regamos con el vino blanco. Dejamos que se evapore bien el alcohol, retiramos y reservamos.
A continuación cortamos la patatas en finas rodajas. Ponemos un poco más de aceite de oliva en una fuente de horno y disponemos las rodajas formando una base. Extendemos la carne por encima y cubrimos con las lonchas de queso. Espolvoreamos con las hierbas provenzales al gusto y horneamos durante 20 minutos, dejando solo la parte baja del horno encendida para que el queso se funda pero no se tueste.
Llevamos a la mesa directamente en la fuente o servimos en platos. Es mejor tomarlo mientras está caliente para disfrutar de la cremosidad del queso. ¡Riquísimo!